Hacen falta dos para hallar una ecuación de encontrar un culpable.
Hace falta t i e m p o para tener ganas de desperdiciarlo.
Hacen falta sueños para aferrarse a la realidad.
Hace falta t o d o, y al final resulta que siempre es lo mismo.
Hace falta t i e m p o para tener ganas de desperdiciarlo.
Hacen falta sueños para aferrarse a la realidad.
Hace falta t o d o, y al final resulta que siempre es lo mismo.